Hacía mucho que no se veían tonos anaranjados (yo por lo menos desde la época de los pantalones campana), pero esta temporada ha vuelto el color salmón. Para mi son tonos muy difíciles de combinar porque los naranjas tienen algo que hace que el resto de colores queden minimizados.
Pues bien, esta chaqueta la había empezado con idea de usar un único color al estampar, el blanco, pero al final tuve que cambiar de idea porque el resultado no era lo nítido que esperaba. Lo dejé posar un tiempo (que suele ser lo mejor en estos casos) y al final decidí estamparla con la plantilla que os enseñé la semana pasada mezclando un color flúor, blanco y verde menta.
Para rematar coloqué unas tachuelas formando dos triángulos en el cuello.
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